Epíteto

Un epíteto es un adjetivo que antecede al nombre. Hoy se lo he visto explicar a Luna Paredes. Según me ha dicho Novoa, las certezas del confinamiento se han desmoronado un poco. Anda coordinando grupos de acción. Javi que también es trabajador social me expone un caso de maltrato. Él me va contando su idea de volver a estudiar. Yo le sirvo café en mi cafetera nueva. Le hablo de una chica que he conocido gracias a los textos que estoy publicando. Me ha escrito y me pregunta si lo que escribo es verdad. Yo no sé qué contestar. Me muestro evitativo. Recuerdo las experiencias con Tinder. En general normales. Vilas me habló de una iniciativa de un amigo para conocer gente. Se lo digo a Javi. Menos frío y más seguro, me dijo Vilas. Le digo a Javi. Él no se ve probando, dice. Yo le digo que una vez perdido el susto y la vergüenza del comienzo es tan normal como conocer a alguien en un ascensor, una cafetería, un gimnasio o en donde sea. La inmediatez es la misma. Y los pasos previos, cómo llegas a coincidir con esa persona, los posibles intermediarios, etc. que parecen un inconveniente, te los ahorras. Pero también es verdad, como dice mi hermano que es un prólogo que forma parte de la misma trama. Me termino el café. Y le vuelvo a ofrecer galletas de canela. Hablamos de la novela de Auster que tiene un comienzo muy bueno. Un formato de carta infinita que nos hace reírnos hasta llorar cuando nos imaginamos recibiendo una carta así. Hablamos de la nueva normalidad. Y le digo que he estado viendo un video donde Luna Paredes explica que lo de nueva es un epíteto. Y que lo de "volver a la nueva normalidad" es una expresión repleta de contradicciones. Pero que como suena bien se ha integrado en el discurso de estos meses. Y pienso que al poner un adjetivo delante del nombre te quedas con el adjetivo y olvidas el nombre. Y algo nuevo siempre despierta curiosidad. Una curiosidad que nos hace estar pendientes de estas frases o de ese desmoronamiento casi nicótico al que se refiere Novoa.